carta a filemón

Pablo de Tarso

Filemón

 Salutación

1Pablo, prisionero de Jesucristo, y el hermano Timoteo, al amado Filemón, colaborador nuestro,

2y a la amada hermana Apia, y a Arquipo nuestro compañero de milicia, y a la iglesia que está en tu casa:

3Gracia y paz a vosotros, de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo. 

El reconocimiento de la iglesia local fue por parte del ministerio de la reconciliación tema esencial en la doctrina ya que se tenía que anular la idea que la iglesia sería la continuidad de la sinagoga como la esperanza del templo en la restauración y a Pablo se le dio a conocer por la Escritura que los dos apostolados el de la circuncisión y el de la incircuncisión sufrirían una metamorfosis creando el ministerio de la reconciliación donde no habría dos pueblos sino uno.

La casa de Filemón se convierte en una iglesia compuesta de su familia y los que acudiesen a las reuniones, es de suponer que la hermana Apia y Arquipo fueron parte de la membresía de la iglesia de Cristo en la casa de Filemón.

El modelo que se origina en tiempos cercanos desde el cual la palabra Iglesia en el sentido que siglos más tarde y a la muerte de los apóstoles del cordero y de los fundadores como arquitectos del movimiento del ministerio de la reconciliación fue traspuesta la idea universal de una sola iglesia con sentido administrativo y fracaso durante 100 años en retroceso y continuidad la idea de la iglesia local con el adjetivo iglesias, a menudo Pablo utiliza la frase “Iglesias” el poder manipulador de la política y el afán de liderazgo fue creando la innecesaria administración centralista donde el respeto al libre albedrio nacido de un Dios y Padre de nuestro Señor Jesús por medio del que entendemos que la libertad nace en la Soberanía de Dios.

La situación de privación de libertad en la que se encuentra Pablo en los momentos en los que escribe esta carta, la toma como ejemplo para detallar que no esta preso por malhechor, su estado es prisionero de Jesucristo y de esa forma Apia, Arquipo, la familia de Filemón y los discípulos que en su casa se reunían serían conocedores el como se debe de solucionar un problema sin pasar a que el problema se convierta en un conflicto.

El amor y la fe de Filemón

4Doy gracias a mi Dios, haciendo siempre memoria de ti en mis oraciones,

5porque oigo del amor y de la fe que tienes hacia el Señor Jesús, y para con todos los santos;

6para que la participación de tu fe sea eficaz en el conocimiento de todo el bien que está en vosotros por Cristo Jesús.

7Pues tenemos gran gozo y consolación en tu amor, porque por ti, oh hermano, han sido confortados los corazones de los santos.

Para Pablo no fue irrelevante reconocer el bien que estaba en él y la iglesia que estaba en su casa y dar testimonio de lo que de él y ellos se decía en quienes tenían conocimiento de su trabajo en el nombre del Señor.

Reconocer el trabajo de quienes están a nuestro alrededor es esencial ya que la mejor forma de crear sociedad para compartir los bienes que Dios nos da, es el reconocer, no somos más, ni menos solo somos lo que Dios nos dio para compartir.

Pablo intercede por Onésimo

8Por lo cual, aunque tengo mucha libertad en Cristo para mandarte lo que conviene,

9más bien te ruego por amor, siendo como soy, Pablo ya anciano, y ahora, además, prisionero de Jesucristo;

10te ruego por mi hijo Onésimo, a quien engendré en mis prisiones,

11el cual en otro tiempo te fue inútil, pero ahora a ti y a mí nos es útil,

12el cual vuelvo a enviarte; tú, pues, recíbele como a mí mismo.

13Yo quisiera retenerle conmigo, para que en lugar tuyo me sirviese en mis prisiones por el evangelio;

14pero nada quise hacer sin tu consentimiento, para que tu favor no fuese como de necesidad, sino voluntario.

15Porque quizás para esto se apartó de ti por algún tiempo, para que le recibieses para siempre;

16no ya como esclavo, sino como más que esclavo, como hermano amado, mayormente para mí, pero cuánto más para ti, tanto en la carne como en el Señor.

17Así que, si me tienes por compañero, recíbele como a mí mismo.

18Y si en algo te dañó, o te debe, ponlo a mi cuenta.

19Yo Pablo lo escribo de mi mano, yo lo pagaré; por no decirte que aun tú mismo te me debes también.

20Sí, hermano, tenga yo algún provecho de ti en el Señor; conforta mi corazón en el Señor.

21Te he escrito confiando en tu obediencia, sabiendo que harás aun más de lo que te digo.

22Prepárame también alojamiento; porque espero que por vuestras oraciones os seré concedido. Como se documenta Pablo esta preso pero tiene la fe que por medio de las oraciones de los creyentes será liberado en breve y pide a Filemón que le conceda un lugar donde reposar un tiempo, ahora bien Filemón le debía a Pablo, dinero, favores o cualquier otra cuestión que no declara en la carta pero Pablo aprovecha su condición de prestamista para recordarle que ahora tu estas en la condición de pagar tu deuda conmigo dando como pagada la deuda de Onésimo, es digno de subrayar la forma en la que Pablo construye un vínculo de recuperación solucionando un conflicto de intereses, el que gano en este arreglo fue el delincuente, ahora bien la esperanza de recuperar la utilidad de Onésimo como ex delincuente tiene una concesión con el apartado de recuperar lo que se pierde cuando pertenecía a nuestro redil, Pablo enseño con el ejemplo, en Dios hay perdón después de haber sido perdonado.

Salutaciones y bendición final

23Te saludan Epafras, mi compañero de prisiones por Cristo Jesús. – Hay compañeros que están contigo aun en prisión.

24Marcos, Aristarco, Demas y Lucas, mis colaboradores. – Otros colaboran, todos son necesario

25La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con vuestro espíritu. Amén.

 

 

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